No es esta una pregunta fácil de contestar. La Historia de la Construcción es el estudio de las soluciones constructivas del pasado. Se trata, por tanto, de un análisis de la tecnología y otros factores que afectan a las construcciones, como pueden ser factores económicos, científicos, materiales o climatológicos. Los materiales de construcción y los medios disponibles (herramientas, maquinarias, medios auxiliares…) en cada época determinarán el porqué de dichas creaciones.
Probablemente, la primera construcción de la Humanidad fue en Europa hace 175.000 años. En este tiempo eran los neandertales los encargados de dominar el continente y fue en Francia, en la cueva de Bruniquel, donde Forman un gran círculo de más de seis metros de ancho y otro similar de menor tamaño usando varios montones de piedras. Estas enigmáticas construcciones responden, según los últimos estudios publicados, a cuestiones simbólicas o rituales. Sin embargo, la sombra de un posible uso doméstico no cesa.
Este fue solo el primer paso antes de la aparición de los grandes hitos constructivos de la Historia. Posteriormente, las pirámides de Egipto y las edificaciones griegas y romanas conformarán la primera etapa importante de la Construcción, que llega hasta el Renacimiento.
En este nuevo período, que tendrá el antropocentrismo como característica principal, será la proporción el punto de referencia, además de los antiguos modelos de Grecia y Roma. Precisamente en el Renacimiento tiene lugar la asociación entre edificación y ciudad, entendida como un conjunto que debe ser funcional a la población.
Tras la inflexión clásica que supuso el Renacimiento, llegó el siglo XVII y con él, el gran siglo de los inventos. La desvinculación entre la técnica constructiva y el proceso del proyecto llevó a una “parcialización tecnológica” no conocida hasta la fecha, Algunas de las construcciones más importantes de esta etapa fueron el Palacio Real de Madrid o la Fontana di Trevi de Roma. La ruptura entre la técnica y la ejecución se fue desarrollando con todo su esplendor, hecho que se fomentó con la aparición de nuevos materiales. La Arquitectura del Hierro, tal y como se le llamó al período de las construcciones metálicas levantadas durante la Revolución Industrial del siglo XIX, significó la sustitución de materiales arcaicos como la madera por otros novedosos, como el hierro, el vidrio o el metal; materiales válidos para sostener el peso de varios pisos verticales. La famosa Torre Eiffel de París, las grandes naves enfocadas a la celebración de exposiciones universales o los primeros rascacielos de Chicago son algunos de los hitos más destacados de la también conocido como Arquitectura Metálica.
A partir del siglo XIX lo más reseñable ha sido la búsqueda constante de nuevas aplicaciones y la apertura de líneas de investigación, que han supuesto la multiplicidad de enfoques en la materia. Hoy, la construcción es una materia multidisciplinar que ha llegado a contemplar, incluso, la eco-eficiencia y el medio ambiente, apareciendo la Arquitectura Sustentable como mejor opción.
¿Qué nos deparará el futuro? Solo el tiempo y la tecnología lo dirán.