Tan solo hace unas semanas que se incorporó a la plantilla de Grupocopsa pero ya pisa con pie firme sobre los proyectos en los que ejerce como jefe de obra desde que entró. Julio Martínez Bravo es el nuevo chico en la oficina, natural de Almería, tiene un Grado en Ingeniería de Caminos y está repleto de ilusión por seguir aprendiendo en una profesión que le apasiona.
Titulado por la Universidad de Burgos, fue en esa ciudad donde inició su etapa profesional en la empresa AGF Procesos. Allí trabajó durante dos años en el diseño de plantas de biogás. Confiesa que era un trabajo menos activo que el que se realiza a pie de obra, aunque reconoce que aprendió cosas importantes, como el diseño de naves industriales, muros de hormigón armado, instalaciones, tuberías… “todo fue importante”, declara.
Conciencia medioambiental
Aunque lo más valioso de esa etapa, según expresa, fue conocer también el mundo de los residuos y cómo se pueden convertir en energía. “No sólo es energía limpia, sino que es una energía que limpia. Los residuos orgánicos se convierten, por un lado, en abono, y por otro, en gas para quemar en caldera, al tiempo que se elimina un residuo. Hay una doble valorización”, explica.
El segundo lugar donde trabajó fue en Construcciones Maygar, una empresa sevillana con sede en Almería en la que fue jefe de obra casi dos años. Afirma que la experiencia fue buena en un trabajo parecido al actual con el que se recorrió la provincia en obras de urbanización, hidráulicas… ¿Lo que se llevó? “Aprendí cómo gestionar las obras en distintos sentidos”, precisa.
Desde el 15 de enero forma parte de la plantilla de Grupocopsa, adonde ha llegado con un reto claro: “Seguir creciendo como profesional en una de las empresas más importantes y de prestigio de la provincia dentro de este sector. Y seguir aprendiendo, siempre”.
Música y deporte
Aunque no solo de obras vive el nuevo empleado. Junto a las responsabilidades laborales y el rigor profesional se encuentran las aficiones de este joven de 29 años. El gimnasio y pádel forman parte de sus rutinas semanales. “El deporte me ayuda a estar bien física y mentalmente porque contribuye a evadirme después de una dura jornada de trabajo, por ejemplo”.
Le cuesta un rato más confesar otra de sus pasiones: la música. Fue durante su estancia en la ciudad burgalesa cuando dio rienda suelta a sus talentos musicales a través de su pertenencia a la banda ‘Alpaca’. Con ellos ha compuesto letra y música de algunos de los temas que interpretaban en los conciertos que ofrecían en distintos lugares y en los concursos en los que participaban.
Relata que su entrega al trabajo le ha obligado a estar los últimos dos años sin tocar en público, aunque revela su intención de retomarlo en breve “prometo un próximo concierto pronto”, indica entre risas este ingeniero, autor de canciones que, como comenta, hablan “con simpatía y aires rumberos” de amor, amistad y de la vida en general.
